Hasta hace no mucho, las posiciones que se adoptan a la hora de dormir no atraían tanto la atención como otras materias.
Sin embargo, numerosas investigaciones han confirmado que las posturas del sueño pueden afectar tanto a la salud como a la calidad de vida. Fatiga, ardores de estómago, dolores de cabeza, espalda y apnea del sueño, entre otras, están entre las quejas que más se agravan si se tiene una postura incorrecta.
Además, si se desea mantener el busto firme y la piel libre de arrugas, la espalda juega un papel muy importante.
1. Dormir sobre la espalda
Esta es una de las posturas más convenientes a la hora de dormir, ya que mejora la salud de la espina dorsal y previene el dolor de cuello y el reflujo ácido. Esta posición mejora la posición de la cabeza, el cuello y la columna vertebral, y proporciona un apoyo para todo el sistema músculo esquelético.
El inconveniente es que a menudo hace que la lengua caiga hacia atrás y bloquee la vía aérea, lo que puede provocar fuertes ronquidos y posiblemente apnea del sueño. En ese caso es mejor dormir de lado. Si dormir sobre la espalda te produce dolor en la misma, puedes colocar una almohada o toalla enrollada bajo las rodillas para seguir la curvatura natural de la columna.
2. Con los brazos en alto
Dormir con los brazos sobre la cabeza es algo que nunca debes hacer, ya que hay varios problemas al respecto. Primero, los brazos extendidos suben los hombros hacia el cuello y provocan calambres, mala circulaciones, y dolores varios.
También comprimen el nervio braquial, que viaja desde el cuello hasta los brazos y las manos. En segundo lugar, si los nervios están irritados, son inhibidos o excitados. Es una respuesta neurológica y vascular que produce hormigueo o entumecimiento en los brazos o manos. Eso es lo que llamamos brazo “muerto” o “dormido”.
3. Dormir de lado
Se recomienda dormir de lado para mejorar la calidad del sueño, reducir los ronquidos y prevenir la apnea del sueño. Si sufres de reflujo ácido, esta postura es la mejor junto con dormir sobre la espalda. Las embarazadas lo hacen para reducir la presión sobre la aorta y aumentar la circulación, lo que beneficia a la madre y al bebé.
El inconveniente de esta posición es el temido “brazo dormido”, y tampoco es recomendable para aquellos que tengan problemas de cintura escapular. Siempre puedes usar una almohada de altura moderada para apoyar la cabeza y prevenir la rigidez y calambres. Trata de dormir sobre tu lado izquierdo si tienes hipertensión, y si eres propenso a los cálculos renales, sobre el otro lado.
4. Sobre el estómago
Esta manera mejora la digestión y arregla el ronquido y la apnea del sueño, porque se abren las vías respiratorias. Así que si roncas y no sufres de lesiones de médula espinal, dolor de cuello o espalda, puedes tratar de dormir sobre tu vientre.
Sin embargo, el cuello estará hiper flexionado y la presión se ejerce sobre los nervios de los brazos. Además no podrás respirar bien porque el peso de tu cuerpo comprime los pulmones y previene la expansión completa. A menos que aprendas a respirar a través de la almohada, no podrás aguantar toda la noche o te levantarás con un gran dolor de cuello. Utiliza una almohada fina para prevenir el giro del cuello, o colocarla debajo de las caderas.
5. Posición fetal
Esta posición beneficia mucho a las mujeres embarazadas y roncadores, pero con las rodillas levantadas y el mentón caído al pecho, puede afectar bastante a la espalda y cuello. Además, acurrucarse demasiado también restringe la respiración, por lo que no se recomienda a personas artríticas. Si te gusta dormir así, intenta enderezarte un poco y no poner tu cuerpo en un rizo apretado. Utiliza también una almohada rellena para apoyar la cabeza y el cuello.
6. El tronco
Esta posición no es nada más que una variante de dormir sobre un lado del cuerpo y, como tal, ofrece básicamente los mismos beneficios. Acostado sobre un lado con los brazos hacia abajo, esta postura mantiene la alineación del cuerpo neutral, permitiendo que la columna vertebral se alargue.
Asimismo, no compromete para nada a la respiración y definitivamente puede reducir el dolor de espalda y cuello, además de la apnea del sueño. Esta es una de las más recomendadas por los doctores especialistas en la materia.
7. De lado con los brazos hacia delante
Otra variación de la posición mencionada anteriormente, la cual implica dormir sobre un lado con los brazos extendidos. Esto ayuda a alcanzar la posición óptima de la columna vertebral, los músculos y los ligamentos. Tener los brazos hacia delante no restringe el flujo sanguíneo y ayuda a prevenir el entumecimiento u hormigueo. Entonces, ¿cuál es la mejor posición para dormir? Se puede experimentar con diferentes posturas, pero debes tener claro que modificar tu inclinación natural, a menos que sea por una condición de salud, afectará negativamente a la calidad de tu sueño.
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